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Rubia

Te vi en una foto y recordé
que alguna vez me perdí en tus ojos.

Recordé que mirabas
como si el equilibrio de todo
dependiera de cómo lo ves.

Como si tus ojos
fueran el centro del universo,
como si quisieras que fueran
culpables de estos versos.

Recordé que quise entrar en tu alma
a través de sus ventanas,
recordé que sentí que hurgabas en la mía
con tus pupilas.

Recordé que me gustabas.

Rubia, yo no sé qué fue
del destello de esos días.
Pretendía tú compañía
pero quería estar solo.

Me pesaba la casa,
me pesaba el pasado,
no veía en ningún lado
algún lugar para mí.

Y aunque de ti no corrí,
fue menguando la ilusión
y de nuevo mi corazón
fue volviendo a su gris.

«Yo no quiero un amor civilizado
con recibos y escena del sofá,
yo no quiero que viajes al pasado
y vuelvas del mercado con ganas de llorar.

Yo no quiero vecinas con pucheros,
yo no quiero sembrar ni compartir,

yo no quiero catorce de febrero
ni cumpleaños feliz»

Susurros y latidos (inaudible)

 

No te olvides que te quiero
y ese te quiero no pesa,
es mi única certeza
bajo este cruel aguacero.

Quise ir a sembrar luceros,
a hacer huellas en la luna,
quise darnos la fortuna
de ser siempre los primeros.

Quise crear nuevos planetas
con tus ojos como soles,
quise tener, sin controles,
las puertas siempre abiertas.

Quise anclarme en el presente
y te hice un refugio en mi pecho
para que fuera tu lecho
de vida y no de muerte.

Quise aprender con mis manos
todita tu anatomía
y hacerte buena compañía
en este y todos los planos.

Quise ayudar a construir
tu sonrisa permanente
y que coma mierda la gente
que no te quiera ver reír.

Quise llevarte a ver Black Widow,
darte un pulpito de peluche
y ser el único que escuche
tus susurros y latidos.

«Soy muy sensible a la belleza
que no distingo el corazón y la cabeza.
Me acerqué mucho al sol y no lo ví
y mis alas se quemaron y caí.

Prefiero solamente un beso tuyo
antes que el amor de mil mujeres,
es el beso que nunca te dí
cuando mis alas se quemaron y caí»

Resucitar

Desaparecer es un arte.
Como perderse en la bruma,
como ahogarse en la espuma,
como surfear el desastre.

Borrar los likes como quien borra el pasado,
crear la ilusión de reescribir la historia,
de viajar en el tiempo,
de volver a comenzar.

Borrarse del mapa, de la nube de datos,
de ese frío espacio inexistente.
Borrarse las huellas del cuerpo,
borrarse los recuerdos de la mente.

Borrar las palabras escritas con sangre,
las caricias dadas con la lengua,
el aroma que se instaló en el subconsciente.
Borrar el pacto, olvidar la tregua.

Olvidar, saltar,
dejar de existir unas horas.
Resucitar.

«Voy a borrar los archivos,
que nadie siga mi huella.
Quiero estar solo conmigo
debajo de las estrellas»

Búsqueda

No me encuentro en el espejo,
no soy el reflejo sombrío…
Y en esos ojos, el vacío.
Realmente me siento lejos.

Me perdí en la tristeza,
me pedí en la nostalgia
y me ha abandonado la magia
que antes me daba fuerza.

Me fui perdiendo en el tedio,
me abandoné en la rutina
y hasta ese amor que contamina
se fue sin darme remedio.

La niebla vuelve a mi habitación,
de nuevo se instala el ocaso
y se me rompe en mil pedazos
este vacío corazón.

Te quise, te quiero, te querré

Prefiero besar tu ausencia
que amargarnos la vida en compañía.
Tu felicidad me importa,
tanto como la mía.

Prefiero entender que no se puede
a vivir en malos entendidos,
prefiero condenarnos a muerte
antes que morirnos de hastío.

Quise llenarte de colores,
vestir tu rostro de sonrisas,
colgar tus problemas en la nada
y que se los llevara la brisa.

Quise conquistar horizontes
tomados de la mano,
pero ni siquiera conquistamos
el perdón cuando peleamos.

La decepción amanece,
el rocío ya llena un vaso
y la tristeza va rompiendo
el corazón en mil pedazos.

Te quise, firme y valiente,
te quise y acepté mi lugar,
te quise terco y paciente
y como yo nadie te va a amar.

Te quise con tus fantasmas,
con tus miedos y tus traumas,
con tu pasado presente
con tu tacto ausente.

Te quise con mis miedos,
con mi tormenta y mis limitaciones,
con mis malas decisiones,
con y sin pantalones.

Te quise, te quiero y te querré.
Y nada de lo que diga,
nada de lo que haga
hará que lo puedas entender.

“Te quiero, te querré, te quise siempre,
desde antes de saber que te quería.
Te dejo este mensaje simplemente
para repetirte algo
que yo se que vos sabías”

Vamos

Vamos a decirnos versos,
de esos que no tienen palabras.
Vamos a cantarnos besos
y a contar abracadabras.

Dejemos que la magia fluya,
hagamos que el miedo no pese.
Que aquellas creencia tuyas,
de vestirme, ahora cesen.

Hagamos alarde juntos
de los milagros que descubrimos,
volvamos a unir los puntos,
darnos el mensaje que no vimos.

Que siga existiendo el “te quiero”
que va disfrazando el “te amo”,
que se olviden esos “no puedo”
y no soltemos más nuestras manos.

Te tengo una casa bonita
con flores en el balcón
para juntar nochecitas
y que veamos salir el sol.

Te tengo poemas desnudos,
que nunca sabrás que escribí.
y la mitad de lo que logre
será para dartelo a ti.

Nuestro ocaso (nunca es tarde)

 

No juego cuando juego.
Me asusto, corro.
Vuelvo, susurro.
Te pienso, te extraño.

Sigues siendo hermosa.

Me escondo, me aíslo,
vuelvo al beso, vuelvo a tus brazos.
Me hieres, me cubro,
te hiero, no entiendo.

Yo sigo firme ante tu indiferencia fingida,
yo sigo intacto luego de mojar tus heridas.
No me encuentro fuera de ti,
pero tampoco dentro.

Siguen diciendo que nunca es tarde
mientras sigo contemplando el ocaso de este nosotros.
Solo somos un descarte prematuro,
solo somos un aborto voluntario…

«¿Qué vas a hacer?
Cuando el olvido esté de cumpleaños,
cuando no puedas hacernos más daño
y nos miremos como dos extraños

¿Qué vas a hacer?
Cuando mi invierno sea primavera,
cuando me quieras y yo no te quiera,
cuando ni el perro esté esperando afuera»

Despedida voluntaria

Yo que soy experto fugitivo,
no quiero huir esta vez.
Trataré de despedirme
antes del nuevo amanecer.

Si quieres, puedes irte,
te juro que estaré bien.
Aquí voy a recordarte
y en silencio te amaré.

Pero si vas a quedarte
que sea porque estarás bien,
que te quedes porque quieres,
no porque sientas que lo debes hacer.

Yo seguiré cantando todo,
armando mundos en mis letras.
Cada día estaré mejor,
mucho más cerca de mis metas.

Te agradezco la compañía
y el amor que me has dado,
la distancia recorrida,
los tesoros encontrados.

Hoy te suelto por amor…
Espero que estés mejor.

Lo que te dije mientras te veía explotar

Yo siento que aún te escondes
aunque tu boca esté cerca.
No sientas miedo, princesa,
llegarán tiempos mejores.

Malinterpretas mis canciones,
todavía tiemblan mis piernas
porque muero de vergüenza
cuando recuerdo lo de esa noche.

Quítate, amor, la armadura
para poder abrazarte,
que quiero llegar a marte
y amarte atado a tu cintura.

Y aunque hoy está todo en contra
y pueda pueda ponerse peor,
va floreciendo el amor,
haciendo raíces y ni lo notas.

Yo no sé cuándo lleguemos,
pero sin complejos diré
que siempre que estemos juntos
lo que nos pase va a ser pa bien.

Perdón por todos mis complejos
y por quedarme callado,
por no caer en el juego
y llenarte de besos por todos lados.

Sí quiero, pero sin joderte.
Sin destruir el monumento,
sin reemplazar relaciones,
que lo que fluya le sume al cuento.

Solo diré que te quiero,
lo sabes, lo he demostrado.
Y que «si el mundo se acaba
yo solo me quiero morir a tu lado».

Las letras de ayer

El tiempo es relativo,
creo que no existe tal cosa.
Pero que se me escapa
eso que es inexistente.

Se me olvidan las letras,
llegan tarde los versos.
Y lo peor es que
no sé si algo pueda llegar tarde.

¿Qué es tarde?
¿Cuándo es temprano?
¿Cómo es muy pronto?
¿Cuánto es para siempre?
¿Qué tanto es hasta nunca?

Hoy llegan las letras trasnochadas del lunes.
La oficina me consume como adulto,
la música me sigue emocionando como niño.

A la guitarra le falta un MI que yo no rompí.
Los amores pasados ya no pesan,
los amores nuevos me siguen coqueteando
y todas parecen querer lo mismo.

Yo como buen suicida
«prefiero lamer después mis heridas
a que tu amor pierda filo»

Drexler sigue sonando.

Trato de cuidarme.