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No me escuches a mi, escúchate a ti

El sol siempre va a brillar.
Y ahora es que te quedan atardeceres por ver…
Solo espero que los veas,
que te detengas a contemplarlos,
que los vivas,
que los disfrutes.

No eres culpable de nada,
pero eres responsable de algunas cosas.
No tienes que sentirte mal,
por algo pasó todo de la forma en que pasó.
No debes culparte, ni victimizarte.
No eres víctima, ni victimario.
Eres tu
y ya.

Sonríe, respira, agradece y trata de entender y de aprender.

Vuelve a intentarlo.

Alguna vez fuiste la persona más valiente de este mundo
y gracias a eso se escriben muchísimos versos,
gracias a eso existen muchísimas melodías.

Alguna vez pudiste solventar situaciones que parecían imposibles,
alguna vez llegaste al lugar que creíste inaccesible.

Ya lograste lo que soñaste,
lo lograste una y otra vez.
Solo debes darte cuenta de eso.

Trata de silenciar al mundo,
trata de sacarte las ideas que te metió en la cabeza,
trata de centrarte en ti y de ser cada vez más tu.

Gracias por existir,
gracias por tanto que me diste.

Todo lo bueno volverá a ti,
eres luz y eres paz.
Así que tranquilizate,
apaga el rudio,
hay cosas mejores
solo tienes que permitirte verlas.
No te preocupes por cuanto demores,
el tiempo no existe.

 

Foto de Arno Smit en Unsplash

Volví a escribir sobre ti (no abuses de mi inspiración, no acuses a mi corazón)

Supongo que las dudas son normales
y vuelven a ver luz cada cierto tiempo.
Tal vez todo pasa por este momento
y mi evidente adicción a los finales.

Vuelvo a ver el día desde afuera,
en la noche que me arropa las heridas.
Sigo sin esperar nada de la vida,
lo único que le pedía era que volvieras.

Llevo años tratando de volver a comenzar,
invierto mi don en canciones abstractas
para agradecer la compañía de las ingratas
que dan razones para no quererte olvidar.

Espero que la vida pueda perdonarme,
espero que Dios me mantenga con vida.
Espero poder encontrar la salida
y no quedarme esquivando rituales.

Esta cómoda sin braguitas de Zara.
El tour del Soho desde un rojo autobús.
Estos ojos que no miden ni comparan,
ni se olvidan de tu cara,
ni se acuerdan de tu cruz”

Foto de Maia Habegger en Unsplash

Me he vuelto adicto a los finales (no me importa lo que quieras)

Soy un caos con audio,
mi calma es ilusión.
No tengo entero el corazón
y mi casa es un escenario.

Ya no me afano por faldas,
ya no gateo tras vaginas.
No soy lo que te imaginas,
te puedes quedar tus bragas.

No necesito más oportunidades,
ni ando rogando otro encuentro.
Si quieres ser la buena del cuento,
ya no me opongo a necedades.

No estoy para lo que estaba
y ya está bueno de tanto afán.
Y aunque sigo sin encontrar paz,
ya no me mata lo que se acaba.

“No me malinterpreten,
Lo llevo bien….
O, por lo menos,
hago el intento”

 

Foto de Brendon Thompson en Unsplash

A la hermana mayor (menor) que la vida me permitió elegir

Hoy no estás acá,
como hace unos cuantos años.
Pero te celebro igual.
Y agradezco tu amistad.

Y agradezco al cielo por tu vida,
por contar un año más.
Siempre te dije que no quería crecer,
pero hoy te digo que no me quiero quedar.

Quisiera, este día,  poderte abrazar
Quisiera, esta noche, contigo brindar
y que estén a la mesa todos los demás
y bailar y cantar y reirnos sin parar.

Pero, a pesar de que te extraño,
de nada me puedo quejar.
Porque soy demasiado afortunado
de contar contigo, siempre estás.

¡Gracias!
Mil veces gracias,
de verdad.

Quiero que Dios y la Virgen te bendigan siempre,
que te cuiden y acompañen.
Que te rías mucho,
que logres todas tus metas y sueños.
Que la felicidad te encuentre cada día.
Que la dicha sea cotidiana,
que desayunes alegría y cenes paz.
Quiero que el universo siempre conspire a tu favor
y que nada te apague…
Eres más fuerte que la distancia, que la nostalgia y que cualquier percance.
Además, tu luz ilumina a mucha gente.

Eres la hermana mayor (menor) que la vida me permitió elegir.
Hoy solo puedo enviarte buenas vibras, mi amor sincero y mi agradecimiento genuino; pero ya celebraremos todos juntos, mejor que antes.

¡Feliz cumpleaños Toñis!

«Eres un ángel que alumbra mi corazón»

Días grises de paz

 

Brillemos a la par de los cometas,
somos estrellas, pero jamás fugaces
La esperanza anida en nuestras bases
aunque la injusticia también sea ciega.

El cosmos que habita en mi pecho
me cuenta que nunca se olvida.
Y me hace vivir otra vida
sin prisa, al revés y al derecho.

Y así las apuestas de todas
se caen por su propio peso.
Se pueden quedar con mis besos
o dejarlos en otras bocas.

La ciencia no explica esta calma,
tampoco esta cruel certeza.
Pero no me rompe la cabeza
saber que todavía me aman.

«Todos ya nos fuimos de aquí,
todos ya nos fuimos de casa
para tocar rock and roll»

No hay caminante que no tropiece (las palabras del cielo)

 

El cielo siempre me habla,
me dice que siga adelante.
El camino me hace más fuerte,
me ha hecho perseverante.

Me he distraído muchas veces
con paisajes que me he encontrado.
En ocasiones creí estar enamorado
pero no todo es lo que parece.

Me perdí en atajos irresistibles,
me sentí solo en las noches frías,
me cansé de tener compañía
y elegí la ruta imposible.

Me cansé tantas veces
y quise rendirme al olvido.
Pero el cielo hablaba conmigo
“No hay caminante que no tropiece”

Que casualidad que nada es casualidad

 

A mi poco me importan los títulos que tengas para darme.
Rubia, yo sé quién soy.
Y con verte esa sonrisa me conformo.

Me parece genial que te inventes espacio para encontrarte.
Yo ya sé a dónde voy.
Aunque, tal vez, me distraiga un poco.

A mi poco me importa el tiempo con que mides lo que vives.
El tiempo no existe.

Solo somos energía, aunque estemos en reposo.

A mi poco me importa para lo que me quieras ahora
o para lo que me quieras más adelante.
Yo siempre seré yo,
aunque no seré el mismo que soy en este instante.

La energía no se pierde, se transforma.

A mi poco me importa lo que pasó,
lo agradezco porque nos puso aquí,
nos hizo ser lo que somos
y nos dejó una hermosa cicatriz.

A mi no me importa la gente,
no me importa lo que piensen.
Solo quiero que me conozcas,
solo quiero conocerte.

Y que fluya lo que deba fluir
y “que pase lo que tenga que pasar.
La sangre llega al río,
pero el río llega al mar.
Compruebo en mis bolsillos para ver
si tengo todo lo que tengo que tener”

Y no hay forma de algo pueda salir mal.
Porque cuando solo te abres a la aventura
de vivir, de conocer y de descubrir;
lo único que pasa es que vives, conoces y descubres.

Consigues experiencia,
esa que necesitarás para más adelante.

Acá estoy…

No tengo prisa, no quiero ser más de lo que soy.
Llámame como quieras.
No quiero enrollarte, ni sacarte de tu proceso.
Llámame cuando quieras.

Nada es casual y creo que lo sabes mejor que yo.
El universo, SIEMPRE, está a nuestro favor.

Flaca, no me clavaste tus puñales por la espalda

Te agradezco
porque que flotaste a mi lado
cuando el piso se tambaleaba.
Porque destruiste lo que creí que tenía,
cuando, en verdad, mío no era nada.

Te doy las gracias
porque me desnudaste el alma
y aprendí a ser sincero con mis sueños.
Porque por esa fe que me tenías
se que puedo lograr más si soy menos ciego.

Te agradezco
porque me diste a probar un poco
de todo lo que me espera en el futuro.
Porque celebras que, a pesar de los años,
me sigo levantando y, de a poco, me hago un duro.

Te doy las gracias
Por ser la mejor musa que pudiera pedir,
por abrir mi mente y mi inspiración.
Porque aprendí a quedarme con lo bueno
aunque aprendí muy bien la lección.

Gracias por mostrarme que
«lo importante no es llegar, lo importante es el camino»

«Te doy las gracias por hacerme tan feliz»

No sabemos conjugar tiempos en la era de internet

 

No pisamos el pasado
Lo tenemos a un click,
a un algoritmo de recuerdos
a un jueves, a dos likes…

No se entierra el pasado
Se le vive día a día
de este lado de la pantalla.

No construimos un futuro
Nos devoramos el presente
como si no hubiese mañana,
como si todo muriera en un instante.

No nos desprendemos del ayer
Le enviamos nudes,
le ponemos hashtags,
le adornamos con emojis.

No vencemos a la nostalgia
Le hacemos canciones,
le construimos altares,
le ofrecemos sacrificios y le rendimos culto.

Ya no sabemos si el #TBT
lo hacemos en
pretérito pluscuamperfecto,
en presente o en futuro simple

Donde hubo fuego, hubieron bailes,
hubieron cantos y topo tipo de rituales.
Hubieron cuentos y hubo historias
sobre tragedias y comedias épicas, y glorias”

La mirada del fin del mundo

La única certeza que tenía era su mirada
pero hace mucho que ya no nos vemos.
Y quiero verla de nuevo
para verla mirar.

Desde hace rato quiero decirle
que nadie nunca me había mirado
como ella me miró
la última vez que nos vimos.

No que yo recuerde.

Seguro es su forma de mirar,
tal vez mira todo así y ya,
debe ser su forma de ver el mundo,
tal vez lo que pasa es que nadie mira como ella.

Miró como si el equilibrio de todas las cosas dependiera de su mirada,
como si sus ojos fueran el centro del universo,
como si me invitara a entrar en su alma a través de sus ventanas
o como si hubiese hurgado con sus pupilas dentro mío…

Me pregunto si volveré a ver esa mirada,
si me podré ver reflejado en esos ojos…
Esos ojos que parecen el fin de un mundo
y el comienzo de otro.