A veces te estás despidiendo desde que llegas y no lo notas;
a veces pides que te guarden en algún lugar mientras vas de salida…
No sé si es egoísmo, adicción a los finales, inconsciencia o supervivencia.
Solo sé que, a veces, temes que no te dejen quedarte y conviertes cada instante en una pequeña despedida que termina haciéndose definitiva.
A veces, irónicamente, en los picos de felicidad llega una canción de adiós.
Igual, el cambio es la única constante, nunca dejamos de movernos.
“No tengo santo ni seña, ni siquiera dejo huella
La lluvia borró mis pasos y yo me dormí con ella”
Grabado en Latiegue´s Recording por Exzor Latiegue con el apoyo de Adonay Lizardo y Música Impresa.