Ojalá que sea cierto
lo que viene diciendo la brisa
burlándose de nuestra ceguera.
Ojalá que quieras
volver, volver, volver,
a mis brazos otra vez.
Aunque yo creo
que nunca estuviste,
te lo confesaré.
Ojalá que sea verdad,
que las miradas no mientan
y me mires como creo que me ves.
Porque tengo amaneceres,
un montón de domingos
y una casa que espera que hagas nido.
Tengo las puertas abiertas
y las alas están listas
para llevarte a pasear
a lugares que ni te imaginas.