Prefiero besar tu ausencia
que amargarnos la vida en compañía.
Tu felicidad me importa,
tanto como la mía.
Prefiero entender que no se puede
a vivir en malos entendidos,
prefiero condenarnos a muerte
antes que morirnos de hastío.
Quise llenarte de colores,
vestir tu rostro de sonrisas,
colgar tus problemas en la nada
y que se los llevara la brisa.
Quise conquistar horizontes
tomados de la mano,
pero ni siquiera conquistamos
el perdón cuando peleamos.
La decepción amanece,
el rocío ya llena un vaso
y la tristeza va rompiendo
el corazón en mil pedazos.
Te quise, firme y valiente,
te quise y acepté mi lugar,
te quise terco y paciente
y como yo nadie te va a amar.
Te quise con tus fantasmas,
con tus miedos y tus traumas,
con tu pasado presente
con tu tacto ausente.
Te quise con mis miedos,
con mi tormenta y mis limitaciones,
con mis malas decisiones,
con y sin pantalones.
Te quise, te quiero y te querré.
Y nada de lo que diga,
nada de lo que haga
hará que lo puedas entender.
“Te quiero, te querré, te quise siempre,
desde antes de saber que te quería.
Te dejo este mensaje simplemente
para repetirte algo
que yo se que vos sabías”