No me encuentro en el espejo,
no soy el reflejo sombrío…
Y en esos ojos, el vacío.
Realmente me siento lejos.
Me perdí en la tristeza,
me pedí en la nostalgia
y me ha abandonado la magia
que antes me daba fuerza.
Me fui perdiendo en el tedio,
me abandoné en la rutina
y hasta ese amor que contamina
se fue sin darme remedio.
La niebla vuelve a mi habitación,
de nuevo se instala el ocaso
y se me rompe en mil pedazos
este vacío corazón.