No quiero seguir por mi lado.
Ya sé que soy yo quien se aleja,
no sé si tardé demasiado
en entender que soy tu oveja.
Perdón por ser terco y cobarde,
por ser débil y dejarme llevar
por el brillo del mundo que arde,
por placeres del ego infernal.
Te pido no me desampares,
te pido no me faltes jamás.
Sin ti, ya lo vi, no soy nadie…
Sin ti no me puedo salvar.
Le pido también a mi madre
que que abogue por mi y los demás,
que quiero volver a mi padre
cuando me toque volar.
Quiero volver a encontrarte
como cuando fui feliz.
De niño solía rezarte,
no sé cuándo me perdí.
«Cuántas veces siendo niño te recé,
con mis besos te decía que te amaba.
Poco a poco con el tiempo fui olvidándome de ti,
por caminos que se alejan me perdí»