Errare humanum est

Quise subir al cielo anclado a la tierra,
quise volar atado a tu nimiedad.
Quise poner colchones en la guantera
para tener consuelo en tu eternidad.

Cambié las horas de angustias crueles
por segundos repletos de inspiración,
hice poesía gráfica para carteles
que nade leyó por indisposición.

Todas las caídas fueron propicias
y así mismo otras veces caeré.
Me levanté a dar la cara ante las injusticias
y cuando sea necesario la daré.

No me escondo, ya sé que he fallado,
no me excuso, ni pretendo redención.
En peores situaciones me he encontrado
y siempre me corono campeón.

Porque no gana quien nunca se equivoca,
gana quien agradece cada lección.
El que aprende de todo lo que le toca,
el que se levanta y no deja de seguir su corazón.

Gana el que entiende que la constante es el cambio,
el que sabe que recibe lo que da.
Gana el que sabe que se empieza a construir pensando,
el que sueña hacia adelante y no hacia atrás.


Foto de Joshua Ness en Unsplash