Todos los que estamos perdidos,
y que buscamos respuestas,
abandonamos las certezas
para encontrar nuevas formas.
No sabemos a donde vamos,
sí a donde queremos ir
pero nos dejamos confundir
y así es como exploramos.
Dudamos de todo,
extrañamos y soñamos.
Avanzamos sin sentirlo
y nos damos cuenta cuando volteamos.
Se va la angustia cuando entendemos
que la paz no se encuentra, se fabrica.
Que la estabilidad es una mentira
y que compramos humo creyendo que era felicidad.
Llegarán nuevas realidades
que van a desafiar todo lo que conocemos,
que nos harán sentir como nuevos
y como ignorantes totales.
Inexpertos, aprendices, enamorados.
Algunos perdidos seguimos soñando
y aunque no lo vea
el calculador cerebro cuadrado
estamos en el camino correcto.
Jamás hemos perdido el tiempo,
lo invertimos de forma diferente.
Construimos con palabras puentes,
con sonidos caminerías y con imágenes templos.
Somos el alimento de las advertencias,
de las historias increíbles.
Somos, ciertamente, indestructibles
sin que lo dicte la ciencia.
Eternos,
siempre estaremos
gracias a esa magia
de la que estamos hechos.
Foto de Daniel von Appen en Unsplash