El amor de los amores y
la libertad verdadera
parecen cosas ajenas
a nuestra actual condición.
La felicidad auténtica,
la dicha, la gloria plena
son melodías opuestas
a nuestra nueva canción.
Lejos del centro,
de lo esencial.
Afuera nuestro,
presencia inmoral.
Vivimos de prisa,
consumiendo todo.
Como mortales
viviendo en el lodo.
Fuimos creados
para no morir.
Pero elegimos
el camino hacia el fin.
Fuimos salvados
para revivir
y no valoramos
nuestro porvenir.