La calle
hoy con un aire de nostalgia
inevitable.
Aunque el verde es más verde
y la ausencia de gente
amplía el horizonte,
las calles
que tanto anduve
ya no serán lo que fueron.
Socialismo, represión,
delincuencia…
Y por si fuera poco,
ahora una pandemia.
Transitan.
Se adueñan.
Van y vienen.
La secuestran.
Para mi siempre fue ajena,
aunque pretendía que era mía.
Aunque creí ser de ella,
la calle nunca me hizo compañía.
Y hoy es más ajena que nunca.