La vida es frágil
y la muerte de la carne
es segura y contundente.
Amar es definitivo.
El amor es oxígeno,
es la cura y la luz,
es la razón de los sonidos.
Mi amor es la reciprocidad del tuyo,
es mi agradecimiento eterno.
Tu amor fue mi desayuno
y mi amor es tu cena.
Espero que este ocaso
sea lo más hermoso posible,
que sea duradero (aunque suene egoísta),
y que, en la eternidad, lo amado quede intacto.
Estaré ahí para ti mientras estés acá.