Se nos fue el Indio,
la electricidad va y viene,
no llega el agua.
A la densidad de estos días
se suma el calor infernal
y no existe laguna mental
en la que pueda mojar mis recuerdos.
Se nos fue Pastor,
se nos fue el maestro,
se fue en tierra ajena
pero se fue contento.
Hizo de aquella su casa
y no olvidó Barquisimeto
todos los que allá lo adoraban
lo hicieron sentir en su suelo.
Llenó al mundo de sabor,
nos regaló sus canciones,
el rey de 1500 amores
a muchas más enamoró.
Se fue a poner a bailar al cielo
al son de su cumbia sabrosa.
Se fue con el alba
quien dijo a la traicionera
que aunque él se muera
rezará por su alma.
Se fue a la eternidad, pero su legado no muere.
¡GRACIAS, MAESTRO!