Las nubes cubren el cielo,
el agua moja el suelo
y el negro mancha la playa
para hacer más triste mi duelo.
Ya es otra vida,
otra realidad.
Venimos de perder batallas,
venimos de vernos ganar.
Tratamos de soltar el pasado
porque dicen que nos pesa,
pero su ausencia me besa
cada día al despertar.
Nada mejor que recordar
para buscar la sonrisa.
Llega nostalgia con prisa
estimulando el lagrimal.
Florecen cristalinas las lágrimas,
y vuelve a venir la tristeza.
Aunque saber que es eterna
me da tranquilidad.
Vendrán nuevas batallas,
nuevas guerras por pelear,
trofeos, diplomas, medallas
y muchas almas por salvar.
Me armaré de valor,
para tratar de continuar…
Y en Dios pondré mi esperanza,
nunca me va a defraudar.
«Vendrán otras guerras,
perderán los mismos»