Soñar ya no se me daba,
seguí abrazando tu ausencia
y extrañando tu presencia,
con mi alma resquebrajada.
Y en un suspiro volé…
Y volando te soltaba.
Volviste a verme volar,
pero tu no tienes alas.
Ahora canto letras nuevas,
mis melodías me impulsan.
La altura ya no me asusta
pues caer no es un problema.
Y no tiene nada malo
rozar el suelo unas veces.
No todo es lo que parece,
no ves mi cuerpo flotando.
Tu y las nubes me traen muy loco,
tu y las nubes me van a matar.
José Alfredo Jiménez