Supongo que las dudas son normales
y vuelven a ver luz cada cierto tiempo.
Tal vez todo pasa por este momento
y mi evidente adicción a los finales.
Vuelvo a ver el día desde afuera,
en la noche que me arropa las heridas.
Sigo sin esperar nada de la vida,
lo único que le pedía era que volvieras.
Llevo años tratando de volver a comenzar,
invierto mi don en canciones abstractas
para agradecer la compañía de las ingratas
que dan razones para no quererte olvidar.
Espero que la vida pueda perdonarme,
espero que Dios me mantenga con vida.
Espero poder encontrar la salida
y no quedarme esquivando rituales.
“Esta cómoda sin braguitas de Zara.
El tour del Soho desde un rojo autobús.
Estos ojos que no miden ni comparan,
ni se olvidan de tu cara,
ni se acuerdan de tu cruz”
Foto de Maia Habegger en Unsplash