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Tratar de ponernos en el lugar del otro, tratar de entenderlo y tratar de ayudarlo podría ser nuestra salvación… Y no hablo de abandonar la lucha por la libertad, hablo de ser más humanos (aunque otros no lo sean).

No es nada fácil y de principio puede resultar incómodo pero cada persona está luchando una batalla de la que no tenemos idea y eso debemos entenderlo y respetarlo. Cada quien es libre de pensar lo que quiera.

En estos tiempos tan difíciles que vivimos debemos armarnos de paciencia, de empatía y de solidaridad… Debemos llenarnos de amor, de amor propio y amor al prójimo. Debemos dar amor, llenar rostros con sonrisas, dar lo que podamos dar sin esperar nada a cambio.

Existen personas y que luchan día a día por un mejor futuro (o al menos por aliviar el presente de algún hermano), hay quienes están dándolo todo solo por colaborar con los más necesitados… Fundaciones como Ciudad de los Muchachos, Hijos de Morán, Fundación Somos Vida, UPRA Lara y muchas otras están dejando el alma por dar un rayito de esperanza al prójimo, por ser luz en medio de tanta oscuridad y alumbrarle la vida a algún sediento de esperanza… Fundaciones como La Vida Suena trabajan fuerte para tratar de sembrar una semilla de fe en los desgastados caminantes de estos días siniestros… Fundaciones como FUNPAZ y PROVEA luchan por la justicia, la paz y los derechos de los más vulnerables…

Yo no puedo quedarme de brazos cruzados y creo que puedo tratar de entender y ayudar…

Por eso decidí donar el 50% de las regalías de la venta de mis franelas y colaborar con algunas de las fundaciones que luchan por un mejor país, por una mejor Venezuela, por un mejor futuro y por darle (por lo menos) un alivio a los hermanos más necesitados.

Unas fotos geniales de Andrés Gerardo Melo me ayudan a mostrar un par de mis diseños que pueden encontrar en la pestaña «TIENDA«.

Todos estamos afectados por lo que vivimos, pero si somos empáticos y solidarios podemos salvarnos como paisanos (venezolanos), como sociedad y como raza (humanos).

Hablemos de la luz,
hablemos del brillo.
De ese brillo
que te empeñas en escondernos.

Ese brillo que se pierde
cuando el miedo te consume.
De ese que he notado brotar
cuando la casualidad nos une.

Del brillo que nace cuando
el afán no nos alcanza.
Cuando las agendas permiten
hacerle espacio a la magia.

Hablemos de esa estrella
que nació de la explosión
de nuestros vacíos al
toparse frente a frente.

Hablemos de las teclas
con esperanza retroiluminada.
De ese brillo que sale
de las ventanas de tu alma.

Hablemos de la casualidad,
de que no existe tal cosa.
De esa dicha peligrosa
de la inoportunidad.

Nena, te diré algo con palabras prestadas:

“La vida no para,
no espera, no avisa.
Tantos planes, tantos planes
vueltos espuma.
Tú, por ejemplo,
tan a tiempo y tan inoportuna”

En cualquier ciudad o pueblo alguien podría dar un plato de comida a cualquiera, incluso siendo un total desconocido, sin embargo cuando ese plato de comida alimenta no solo el cuerpo sino también el espíritu podemos tener certeza que esa persona esta siendo realmente alimentada, ya que como muy bien sabemos, no solo de pan vive el hombre.

La iniciativa de La Ciudad De Los Muchachos, cumple precisamente con esa labor de ayudar no solo a mermar el hambre del niño y el abuelo sino a dignificar la condición humana en estas dos importantes etapas de nuestra vida.

Cuando uno cae en cuenta la cantidad de personas que diariamente reciben una ayuda directa de esta organización es imposible no preguntarse ¿como lo hacen? Es increíble como a pesar de vivir un momento de tremenda convulsión social pueden atender a tantas personas que dependen de ellos.

Pero al saber también que llevan varios años en esta hermosa labor entendemos que todo ese tiempo se han estado entrenando de alguna manera para el momento cuando mas son necesarios, momentos en los que la luz parece poca y la desesperanza se cierne sobre nosotros, iniciativas como esta son las que nos muestran que no todo esta perdido, que siempre habrá razones para sonreír y que esa «Ciudad» nos acobija a todos y nos convierte en los ciudadanos de la bondad y gobernados por el amor al prójimo.

Escrito de: Jesús Aranguren

Vídeo de: Carlos Peña

La creación es perfecta, sin embargo,
nada dentro de la creación lo es…
Y a su vez
todo es perfecto.

¡Paradógico!

Y es terriblemente absurdo
mi intento de explicar
que somos lo que debemos ser
que estamos justo donde debemos estar.

Cuando digo que todo es perfecto
no quiero decir que todo sea bello.
Quiero decir que todo es producto de lo que buscamos,
lo que hacemos, lo que decimos, lo que pensamos…

Todo tiene sus consecuencias
y todo lo que piensas llega a ti.

No sé cómo moldeamos la realidad (si es que es real esto que vivimos).
Pero desde el pensamiento construyes o destruyes, y vivir conscientes de eso nos ayudará a materializar lo que el universo tiene para nosotros y para la humanidad (a través de nosotros).

Sueña con sinceridad, sin miedos,sin envidia, sin complejos, sin limitaciones, sin influencias externas, con amor propio, con amor al prójimo, con respeto, con consciencia…

¡Encuéntrate y sueña!

Y que esa misma fuerza que te genera el pensar en lo que anhelas te lleve a moverte hasta encontrarlo.

Sueñen “en technicolor para hacer algo útil del amor para todos nosotros.

Amén”

Creo que mis ojos, sensibles a la luz,
no saben distinguir cuando me alumbran o me deslumbran.

Un día «yo no buscaba nada y te vi»,
o más bien ME vi. Gracias a tu resplandor…

Yo, que recién descubro la luz,
andaba apasionado tratando de entender el brillo,
tratando de entender la forma en que debo brillar
y pensando en deslumbrar a todos con mi luz…

Pero en poco tiempo entendí que es mejor alumbrar que deslumbrar.
Ser luz para los demás, ser luz para el mundo.
Ser luz genuina, de la que habla Fito cuando dice:
«Las luces siempre encienden en el alma»

Todavía no entiendo mucho de la luz,
pero me gusta verte brillar (tu luz parece auténtica)
y ver cómo haces que brille a tu alrededor.
Me gusta ver como alumbras a otros.

Y parece cotidiano, natural.
Solo se te da. Parece real.
No pareces hacer ningún esfuerzo.
Solo es tu esplendor, normal.

Florecer
aún en la sequía más árida.
Florecer con cicatrices
Florecer con lágrimas.

Florecer de frente a la vida,
de espaldas a nada.
Florecer contra corriente,
con la esperanza intacta.

Florecer consciente,
florecer con constancia.
Florecer y brindar luces
colores y fragancias.

Florecer en el caos
Florecer en la adversidad
Florecer en la lucha
Florecer en la tempestad

Florecer en el fuego
Florecer en el mar
Florecer en las cenizas
Florecer por necedad

Florecer por terquedad,
por joder a los demás.
Florecer por virtud,
por no querer morir jamás.