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A pesar de mi desastre

 

Si me voy desvaneciendo
y algún día no canto más,
no te pierdas en mi ausencia,
no me vayas a esperar.

Hace rato que no estoy
pero trato de caminar
Y si aún no me he rendido
es solo porque sé que estás.

Ya no brillo como antes,
pero tu me ves brillar.
Mi eterno cuarto menguante
no ha dejado de menguar.

Me olvidé de amaneceres,
de mañanas refrescantes,
de la eterna primavera,
del de ahora en adelante.

No sé qué viste en mis ojos,
no sé por qué te quedaste,
pero te agradezco tanto
que estés cerca
                         a pesar de mi desastre.

Posdata

Ahora siento como el viento
va desgarrándome la piel,
tengo heridas sobre heridas
que no cicatrizaron bien.

La salida era evidente
pero no la quise ver.
Todo lo que no te dije
se quemó con el papel.

El pasado está a mi lado
usurpando tu lugar
y aunque vuelvo a caminar,
no he avanzado demasiado.

Las cosas que había soltado
me volvieron a encontrar,
las puertas que había cerrado
se abrieron de par en par.

Fracasé

Las últimas ausencias no importan.
No importa tampoco la soledad que aturde,
ni el paso acelerado del tiempo,
ni la crueldad con la que yo mismo aniquilo mis sueños.

Todo dejó de tener sentido
desde que perdí el rumbo
el día en que te solté la mano
por no saber perdonar.

Nadie me espera desde entonces.
No como me esperabas.
Con todo el amor del mundo
encerrada en tu palacio.

La vida se fue vaciando,
me fui perdiendo a mi mismo
y fracasé…
Tantas veces fracasé.

He mordido el polvo y sigo terco
al lado del camino
Acumulando heridas y cicatrices
que no quiero sanar.

Sigo aturdiendo al viento
con ondas desgastadas,
buscando la salvación
en una canción milagrosa.

Tratando de describir lo que siento
en versos fríos y fugaces,
tratando de responder al mundo
con una genialidad abstracta.

Pero no se me da

Fracasé
y no sé si aprendí…
Porque lo único que entiendo
es que lo que soñé
no era para mi.

Postergador de sueños indie

He postergado sueños desde que tengo uso de razón.
Por la frialdad del mundo,
por la violencia de las palabras que me forjaron,
por las heridas abiertas que acumulé en el camino,
por la vorágine incipiente del miedo,
por mi poco talento para darme a entender,
por dinero, por vergüenza, por amor,
por tristeza, por cansancio.

Pero alguna vez me atreví a buscarlos
a pesar de la historia en mis hombros,
el vacío en mi pecho
y la sentencia previa de mi inconsciente.
Y en la búsqueda de esos sueños
logré más de lo que hubiese imaginado
                                                       y fui feliz.

Hoy estoy un poco perdido
y abrumado por el mundo,
el trabajo, la responsabilidad,
la edad, la presión social,
la vida adulta, la crisis económica,
la crisis social, la crisis mundial,
la crisis de la mediana edad,
la pandemia,
el deterioro de mi entorno,
el socialismo que manchó mi patria,
la injusticia que impera,
el caos de un sistema fracasado,
la ansiedad, el estrés,
las ausencias y otros males (o bienes)
que se roban mi atención y mi tiempo.

Pero no dejo de soñar con lo mismo
y no quiero seguir postergando esos sueños
(aunque ahora sean más difíciles de encontrar que antes).

Hoy doy un paso al frente con fe y esperanza,
confiando en Dios y poniendo mi vida
y mis proyectos en sus manos.
Les digo que vendrán más canciones,
vendrán más versos y vendrán más proyectos,
pero esta vez necesitaré ayuda



Porque perdí unas batallas
y no creo que pueda seguir luchando solo.
Si alguien quisiera
y pudiera acompañarme
que me lo haga saber,
si alguien quisiera escuchar,
ver y leer más de Jesús Tomed
¡que se sume!

Y si alguno se opone
a esta decisión de seguir creando
que hable ahora
o calle para siempre,
yo igual haré lo que me dicta el corazón.

Gracias de antemano a todos los que leen, escuchan, miran, sonríen, aprecian y valoran.

Enmudecer

Palabras ajenas
Angustia inmoral
Crisis anunciada
Soledad.

Agobio
          bostezo
Delirio de franqueza
Ausencia de esperanza.

Vacío voluntario
Frío sublime
Nostalgia abrumadora
Derrota inoportuna

Cansancio del cuerpo
Decepción universal
Ausencia del alma
Desgarro espiritual.

Versos invisibles
Melodías insonoras
Carencias
Derroches

Tristeza insondable 
Nostalgia sinuosa
Esperanza oportuna
Redención inmerecida.

Enmudecer después del último intento,
luchar hasta perder,
levantarse…
Aún sin poder.

Foto de Milica Spasojevic

Palabras más, palabras menos

No tengo nada que decir,
pero quiero decir tanto.
Hace mucho que olvidé
lo que ahora no me aguanto.

Estoy solo porque quiero
y no porque me ha tocado,
no dispongas de mis miedos,
no me creas eliminado.

No soy lo que crees que soy,
no seré quien quieres que sea.
Soy tu espejo solo por hoy,
mañana no sé si te vea.

No soy fugaz, ni para siempre,
no soy el pecho de piedra.
Dejo todo por tenerte,
pero no te tengo cerca.

No juego a las escondidas,
ni al gato y al ratón,
pero si quieres jugar fútbol
te daré mi corazón.

“Luna de miel, luna de papel,
luna llena, piel canela dame noches de placer.
A veces estoy mal, a veces estoy bien.
Te daré mi corazón para que juegues con el”

Multidimensionales

Leerte imaginando que te escucho,
escucharte imaginando que te veo,
que te miro a los ojos…

A esos ojos rojos, transparentes,
delirantes, intermitentes,
sinceros, urgentes.

Enmarcados en un mar de pecas
como soles en galaxias de miles de millones de estrellas.
(Suponiendo que ignoramos lo que realmente son las estrellas)

Como si no existiera la distancia,
como si no existiera el compromiso,
como si no existiera la crisis,
el trauma y el miedo que congela,

como si no existiera el vidrio iluminado
que nos ha servido como puente temporal
y teletransportador
que quisiera hacer interdimensional…

Porque en otra dimensión fuimos uno,
porque en otra dimensión triunfamos
y volvimos a fracasar.

En otra nos ensuciamos sin consecuencias devastadoras
y volamos a la eternidad.

En otra nos acompañamos para siempre.

En otra no nos cruzamos,
pero reconocemos el vacío de no saber que existimos.

Rotos

Seguimos,
en una inercia absurda que nos hace movernos,
no sabemos hacia dónde,
pero nos movemos.

Nosotros,
los de la nostalgia perpetua
y el ancla en el pasado,
en la bendición más dulce.

Aprendemos
a vivir con un vacío anormal,
con una desesperanza cotidiana,
con un duelo eterno.

Parece que nunca
terminaremos de despedirnos,
parece que nada fue suficiente,
sobre todo el tiempo.

No entendemos de la vida
a pesar de que la vivimos.
Mucho menos entendemos 
de la muerte.

Extrañar
como religión.

Rotos,
rearmándonos
con costuras de niebla.

Instrucciones

No te burles del fantasma,
la tristeza, el desamparo.
No te pierdas el presente,
no juzgues tu pasado.

No tientes a la suerte,
no insistas, no abandones,
no te duermas, no despiertes,
no enloquezcas, no razones.

Olvida, recuerda,
no revivas, no te mueras.
Lucha, ríndete, vuela, camina,
quédate, lárgate, desaparece.

No eres nada, no eres nadie,
no existes, no viviste,
te olvidaste, te olvidaron
te borraste, te borraron.

Ansiedad

Explotó la angustia
y el miedo arde.
Me cuido del mundo,
me siento cobarde.

Desespera el aire,
el calor sofocante,
el humo tóxico,
el ambiente hostil.

Todo juega en contra
mientras se ahoga el grito
en el dolor visceral
intransigente.

Vomitaré mi corazón en cualquier momento,
no puedo seguir de pie.
El aire se hizo escaso, se acabó.
Se derrumba el mundo a mi alrededor.