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Lunes otra vez

Cansancio en la mirada,
consuelo tras las pestañas
y la esperanza enamorada
de un nuevo “imposible”.

Ausencias no planeadas,
despedidas inesperadas,
golpes y patadas
de gigantes invisibles.

Es lunes y hay que levantarse.
Una vez más ella no está…
Pero su energía cruza la frontera
y me viene a dar los buenos días.

Me levanto y agradezco
que me leen los ojos
más lindos del universo.

Escribo y agradezco
que seas tu
la causante de mis versos.

Fortuna es lo que siento
Soy feliz con lo que tengo
La dicha está en el universo
Amanecí pa’ disfrutar”

Flores

Quiero darte flores..
flores reales,
naturales.
No sólo las digitales.

Quiero darte flores
de las que se transforman
y te hacen pleno un instante.

Quiero darte flores
analógicas interestelares
que nunca se marchiten,
brillantes.

Quiero darte flores
y besos antes de dormir.
Quiero verte despertar,
quiero verte sonreír.

Quiero darte flores
«y que cada estrella fuese una flor
y así regalarte todo un racimo de estrellas»

Podría ser mejor o peor

La pandemia y la desidia 
en el país de nadie,
en el lugar
que el tiempo olvidó.

Las quejas,
la angustia,
el llanto y
la desesperación.

Sobreprecio,
inflación,
deterioro,
represión.

Pero colores,
para estos grises
condenantes.

Pero luces
para esta oscuridad
reinante.

Lo llevo bien,
pero podría ser mejor,
con abrazos más cercanos.

No sobra nada,
tampoco falta nada,
gracias a Dios.

Pero sería genial
verte despertar
todos los días a mi lado.

Privilegiado

Yo siempre llego tarde a todos lados,
tu vida no iba a ser la excepción.
A veces me preocupo demasiado,
a veces no encuentro motivación.

Siempre busco flores en los barrancos,
y puede que esa sea mi obsesión,
a veces me muevo a los costados
tratando de evitar ser una opción.

A veces despierto inspirado,
a veces le pongo nubes al sol,
a veces ando más iluminado
queriendo compartir mi resplandor.

Yo trato de no hablar demasiado,
pero creo que todo es fruto del amor.
No existe futuro ni pasado,
solo tengo lo que me pasa hoy.

Mil veces los planes he cambiado
porque la vida no me deja opción.
Confieso estar un poco acostumbrado
a que todo se salga de control.

Yo siento que soy afortunado
por tenerle al otro lado del amor
y esa fortuna crecería demasiado
cuando, tus ojos, vea antes que al sol.

«Antes que ver el sol prefiero escuchar tu voz»

La cuarentena, tu y yo

Esta ausencia prolongada,
esta vida a las patadas,
La bancarrota anunciada
y estas ganas de perderme
en tu mirada.

Esos chats inevitables,
esos ojos tan brillantes,
ese look tan elegante
¿para qué?
si te encuentras tan distante.

Esos miedos-guillotina,
el país sin gasolina,
esa búsqueda suicida
que yo haría
para darte la bienvenida.

Este tipo de ausencia
y esta suerte de presencia,
el corazón en evidencia
practicando 
la virtud de la paciencia.

Ese olvido selectivo,
el pasado destructivo,
el freakeo consecutivo
por  buscar
lo que no se me ha perdido.

Distancia,
Pantalla,
esperanza,
bendiciónes,
versos,
canciones.

Este contigo, este sin ti tan amargo
Este reloj de arena del arenal
Esta huelga de besos, este letargo
Estos pantalones largos
Para el viejo Peter Pan”

Un mes y contando

La vida dio un giro inesperado,
la soledad parece más intensa
y la calma, imposible.

La vida inmanejable,
los planes insostenibles,
la locura latente
y el miedo es más terrible.

Las ausencias venerables
en el ocaso de una era
no son lo que son
ni serán lo que eran.

Vinieron otras guerras
y pagaron los mismos.
La extinción del débil
y la resignación del pobre.

La reestructuración de un sistema
que pierde frente a otro…
O la salvación, incluso,
de los que creemos perdidos.

El stand by de los soñadores
que claman misericordia.

La tos espantosa, la lucha estéril,
la ansiedad que desespera
producto de la ausencia total del control.

Las fechas inciertas,
los días volteados,
las horas invencibles
y la muerte de la puerta para afuera.

Si me lees …
quiero que sepas
que espero que estés bien,
que pido por ti en cada oración.

Espero que no te falte nada,
sobre todo la esperanza.
Que sonrías con frecuencia
y agradezcas por todo.

Espero que en medio de lo malo
aprendas a ver lo bello
Espero que soñar
sea lo único que te quite el sueño.

Se que seguramente no es como esperabas,
pero (después de todo)
no está tan mal
vivir en pijamas.

La calle

La calle
hoy con un aire de nostalgia
inevitable.

Aunque el verde es más verde
y la ausencia de gente
amplía el horizonte,
las calles
que tanto anduve
ya no serán lo que fueron.

Socialismo, represión,
delincuencia…
Y por si fuera poco,
ahora una pandemia.

Transitan.

Se adueñan.

Van y vienen.

La secuestran.

Para mi siempre fue ajena,
aunque pretendía que era mía.
Aunque creí ser de ella,
la calle nunca me hizo compañía.

Y hoy es más ajena que nunca.

El mundo cambió

«Se detuvo el mundo»
decimos inconscientes.
Pero el mundo sigue andando,
solo se detuvo la gente.

La humanidad tan egocéntrica
como vulnerable,
tan despiadada
como maleable.

Pretendíamos tener control
y somos tan inestables,
presumimos la inocencia
cuando en verdad somos culpables.

Que el cielo tenga piedad
de los que pagan siendo inocentes,
que el cielo llegue a premiar
a tanta gente valiente.

Ojalá encontremos pronto
remedio a tanto dolor,
ojalá todos podamos
dar esa muestra de amor.

Aislados
procurando el bien de todos.
Amando,
«poniendo codo con codo»

Que este freno involuntario
nos despierte la piedad,
que este paro forzoso
nos abra la caridad.

Que logremos conectar
con lo que realmente importa,
que seamos más humanos
y que entendamos que la vida es corta.

Que amemos desde el respeto
a quienes tenemos al lado,
al mundo que nos sostiene
y el universo que habitamos.

El mundo cambió…

Espero que para mejor.

Cuarentena

No le temo a la soledad,
le temo a estar conmigo,
a encontrarme frente a frente.
Ni yo me soporto.

Hoy hasta las letras se me escondieron,
solo llevo dos días de encierro
y me abandonó la paciencia…
Tranquilos, no voy a salir, no llevaré otro peso en mi consciencia.

Pero parece injusta la vida
y no entiendo una mierda.
Que rudo le tocó a mi generación,
que difícil seguir escribiendo la canción.

Repito, no entiendo nada,
no sé cuál es la lección.
Espero que la aprendamos pronto
para que, por fin, pase el temblor.

Lo único que sé es que quiero un lugar mejor,
quiero construir un mundo diferente,
quiero a quienes quiero cerquita de mí,
quiero ver a mis viejos sonrientes.

Quiero ver amanecer,
quiero abrazar a mis amigos,
quiero brindar por mis enemigos,
quiero volver a creer…

Quiero que lleguen días mejores
y como creo que la vida me abraza
no voy a ser yo quien haga que la cosa empeore
y me quedaré durante un tiempo en casa.

Tengo el corazón marchito
y no sé cómo voy a hacer,
pero me esperaré un ratito
porque seguro volverá a florecer.

«¿Quién dijo que todo está perdido?
Yo vengo a ofrecer mi corazón»

Adulto contemporáneo

Jamás vi
una vía rápida,
un atajo,
una salida.

Te he querido
en mi vida…
Y a veces
creo que estás.

Pero entiendo
que es muy frío
y anormal
pretender
acompañarte
desde acá.

No me muevo
como quiero
y eso me desespera.

Y, aunque creo
que intenté
de mil maneras,
no he salido
de mi confortable
esfera. 

Y en mi espera
veo fantasmas,
los de siempre.

Pero ya
no me hacen
tanto daño.

Ya sin vicios,
sin cervezas,
sin cigarros.

Sin amigos,
sin placebos,
sin estragos.

Reconozco 
mi ansiedad
de tantos años.

Ya me explota
en el pecho
y me vuela
la cabeza,
me recorre
todo el cuerpo…
Perdón por la franqueza.

“Pero si ofendo,
pido perdón.
Cuando sea grande
no quiero ser como vos”